El equipo de Falabella en Argentina que enfrenta la crisis
El team trasandino lo lidera Pablo Ardanaz, country manager. Es él quien mantiene conversaciones diarias con Santiago para encabezar una misión contra el tiempo y con un equipo de cinco gerentes que están intentando capear la tormenta.
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Fue en junio del año pasado, con bombos y platillos, que Falabella en Argentina se cambiaba a sus nuevas oficinas ubicadas en el complejo Polo Dot, en el barrio Saavedra, cercano a la Avenida General Paz. En el mismo edificio comparten espacio con el titán de Buenos Aires, Mercado Libre.
Pero la operación trasandina no ha corrido la misma suerte que su vecino. Las ventas en el segundo trimestre cayeron casi 60% y la unidad representa apenas el 4% de los ingresos de Falabella como grupo. Pero el problema en Argentina es de larga data, así que era cosa de tiempo que la firma tomara un cambio de dirección en el país.
Y la noticia cayó el lunes de esta semana. Primero fue un rumor de los medios argentinos -los periodistas comenzaron a reportear con sus colegas en Chile-, hasta que a eso del mediodía Falabella lo confirmó: cerraría cuatro de sus 19 tiendas y está en pleno proceso de búsqueda de un socio para su operación. Eso sí, conocedores del negocio estiman que si no logran encontrar un nuevo partner, poner fin al negocio ahí está dentro de las opciones.
“Se llega a un país para quedarse y se espera que sea de por vida. Cuando en el sector privado tenemos ambientes estables, previsible, con reglas que se mantienen, todo fluye más fácil”. Con esas palabras, en abril del año pasado, Pablo Ardanaz, country manager de Falabella en Argentina, se refería a la situación política del país, cuando las elecciones presidenciales de octubre daban como seguro perdedor a Mauricio Macri. Parecía un vaticinio, porque las políticas de su sucesor, Alberto Fernández, sumado a la severa crisis que está provocando el coronavirus, estaría dentro de los motivos principales de Falabella para tomar la decisión.
Es justamente Ardanaz quien mantiene constantes y numerosas conversaciones con Santiago, para ir dando cuenta de la operación en Argentina y afinar los detalles para determinar el diseño que quieren darle a la búsqueda de un nuevo socio. Ahí, las conversaciones más estratégicas las tiene con Gastón Bottazzini, el gerente general corporativo de Falabella.
A pesar de que Bottazzini es argentino, no tiene una relación directa ni de larga data con la operación en Buenos Aires. Su fichaje viene de otro lado: llegó a la compañía desde McKinsey, en 2008, a hacerse cargo del área financiera para todo el grupo Falabella y desde 2018 como el máximo ejecutivo de todo el grupo, y antes de aterrizar en Chile, no pasó por las oficinas trasandinas.
En todo caso, la relación entre Bottazzini y Ardanaz es cada vez mejor, cuentan quienes conocen del trato y no habría una responsabilización desde los cuarteles generales a los ejecutivos argentinos, porque entienden que dado el contexto global y político local poco pueden hacer.
La dupla Bottazzini-Ardanaz, mantiene reuniones a diario. Después de esos encuentros, es el country manager el que hace la bajada a los equipos argentinos de Sodimac, Falabella retail, CMR y seguros, de cómo hacer más eficiente la operación, y es él quien determinará las tiendas que cerrarán en Argentina. O más bien, las primeras tiendas que cerrarán, porque de seguro, dicen conocedores del proceso, este es solo el inicio de un trabajo que tiene como fin encontrar el punto de equilibrio. O un nuevo socio que quiera seguir a su manera.
Este ingeniero industrial de la Universidad Tecnológica Nacional y MBA de la Universidad del CEMA llegó a Falabella en Argentina en 2007, primero como gerente de negocios de Sodimac, y en 2011 fue ascendido a la gerencia general de la filial de mejoramiento del hogar, cargo que mantiene en paralelo con su función de country manager, que asumió en agosto de 2016.
Ardanaz también es parte del consejo directivo de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), entidad sin fines de lucro que participa en temas de contingencia argentina. Antes de Falabella, estuvo seis años en BGH, especialista en climatización y artículos para el hogar, que además de Argentina y Latinoamérica, tiene sedes en África.
Bajo Ardanaz hay otros cinco gerentes. Casi todos tienen algo en común: son argentinos, llevan muchos años ligados a la operación de Falabella en el país y han hecho carrera al interior de la retailer.
Marcelo Elicegui es el gerente general de CMR Argentina, y además es gerente corporativo de administración y finanzas de toda la operación en el país. Es uno de los principales consejeros y más cercanos a Ardanaz.
Contador público nacional y MBA, este mes cumple 11 años en Falabella como su CFO, y en paralelo, desde junio de 2018 comenzó a encargarse del negocio financiero de CMR en Argentina. Pero Elicegui antes de su desembarco en la firma chilena hizo carrera en otras áreas muy distintas: fue por cuatro años el gerente de administración y finanzas de Laboratorios Andrómaco; otros seis años con el mismo cargo en el fabricante de cerveza Anheuser-Busch InBev, y otros dos antes en Quilmes, una de las más conocidas cervezas argentinas.
A Elicegui también le reporta Flavia Núñez, gerenta general de Seguros Falabella, graduada en ciencias económicas de la UADE y MBA de la Universidad Pontificia Comillas de Madrid, que desde 2011 está vinculada a la empresa, después de su paso por ING en España e Itaú en Buenos Aires.
Otro de los ejecutivos clave de la chilena en Argentina es Ricardo Argarate, quien ocupa el cargo de gerente general de Falabella Retail. El contador público de la Universidad de Buenos Aires lleva 21 años ligado a Falabella y se le reconoce como uno de los hombres que más sabe de comercio minorista en Argentina. Es él precisamente a quien Ardanaz más escucha en el plan para eficientar y hacer más rentable la operación local.
Argarate ha hecho carrera en Falabella: partió en 1998 como gerente de operaciones, y luego fue director de tiendas, director comercial y de operaciones, y desde 2014 es el mandamás del área retail de Falabella. El año pasado, cuando llegaron a las nuevas oficinas corporativas en Buenos Aires, en su Linkedin dejó un mensaje: “Felices de nuestras oficinas en línea con nuestra cultura de puertas abiertas, trabajo colaborativo y ágil, para seguir así superando las expectativas de nuestros clientes”. Junto a ello, posteó una foto con sus colegas abrazados.
El lunes, cuando Falabella anunció la reestructuración, también informó de la implementación de un programa de retiro voluntario. “Este plan, también, incluye a trabajadores de las oficinas centrales. Aquellos colaboradores de las tiendas que serán cerradas tendrán la alternativa de ser reubicados en otra tienda sucursal”, indicó la compañía. Argarate tendrá la difícil misión de cerrar dos tiendas, y reubicar trabajadores, además de apoyar a los que se acojan al plan de retiro.
Natalia Gabrielloni, tambiés es parte de la primera línea. Es gerenta corporativa de Gestión Humana, lleva 14 años ligada a la compañía, participa activamente en la mesa directiva de Pacto Global de las Naciones Unidas, y es mentora en Vital Voice Argentina, dentro del programa de Mentoreo Mujeres Líderes del Cono Sur.
De hecho, a Gabrielloni se le reconoce, por ejemplo, que el año pasado Great Place to Work destacara a Falabella, CMR y Sodimac en un ranking de los mejores lugares de trabajo para las mujeres en Argentina.
Ella no es la única mujer: Silvana Lanari es la gerenta corporativa de Sistemas para Argentina y Uruguay desde agosto de este año, previo paso por Farmacity, Frávega y una destacada carrera en Telefónica. Y, Eleonora Klein tiene a su cargo la gerencia corporativa de Asuntos Legales de Argentina y Uruguay hace cuatro años. Antes trabajó en un bufete de abogados argentinos y en BankBoston.
Lucas Landesman, por su parte, es el gerente general de Linio en Argentina y reporta al CEO de esa firma en Santiago, Benoit de Grave. Landesman trabajó en Dafiti y Mercado Libre antes de unirse en 2016 a Falabella, y en octubre del año pasado comenzó a liderar toda la estrategia digital de la retailer, luego de que comprara Linio.com.
Todos ellos están de cabeza craneando un plan que buscará alivianar la carga de la mochila que hay al otro lado de la cordillera.